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No me dais asco, sino pena.

Pobres borregos sin personalidad, vosotros no tenéis la culpa de ser tan fácilmente manejables. Por suerte o por desgracia, os ha tocado nacer sin cerebro para que luego vinieran otros a rellenar el hueco con ideas de paja. Estos son los que sujetan vuestros hilos -sí, porque sois simples marionetas de una función terrorífica- y a los que verdaderamente odio. Ellos os hacen odiar. Lo peor es que no os dais cuenta de los cuchillos de desprecio que lanzais hacia otros, al contrario creeis que difundís la palabra de la paz y el amor. Pero, ¿de qué mierda pensáis que vais? ¿de hippies? ¿de salvadores de la humanidad? ¿Quién os creéis que sois...? ¿Jesucristo?

Pretendéis volver atrás, a otra época. Y más grave es que no sólo quereis retornar vosotros, sino arrastrar a todos los demás al hoyo. Mis antepasados y probablemente también algunos vuestros, lucharon por los derechos que, hoy en día, podemos disfrutar en algunas partes del planeta. Pero eso os da igual. ¿Sabéis qué significa autoritarismo o más concretamente fascismo? En el caso de que no, bastará con mirarse al espejo y ver reflejados todos vuestros actos.

¿Qué? ¿Que no es así? Os lo explico. No tenéis respeto hacia los demás porque rechazáis a los que no son como vosotros. ¿A qué os recuerda eso? Adoráis a un líder, no lo negueis porque me echo a reir. Algunos de vosotros seguís unas normas que, bajo mi parecer, son retrógradas y absurdas. Por no hablar del deseo de poder creciente entre los dirigentes, que no intervienen en política, NO.

Por todo ello, debemos actuar. Y punto.
He dicho.

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out of my heart my mind